La vida les unió sin esperarlo.
Dos almas gemelas
expandiendo su música,
abriendo su corazón por doquier,
viviendo en un mundo
al que no parecían pertenecer.
Aquel día, por conjuro del universo
hablaron por primera vez.
A través de sus miradas
fluía una conexión cósmica,
incomprensible para sus sentidos físicos.
Asumieron… temblorosos
que ese encuentro…
no fue casual.
Dos melodías fundiéndose en una sola,
apacible y alegre,
conformando, sin esperarlo,
una exquisita sinfonía de amor.