No pongo fantasía,
Ni es mero empeño,
Te miro y eres mi Caballero.
La Vida pulso de la existencia,
Todo convoca a su Tiempo,
Y la convocatoria… vencía.
Milagros se ven si estamos atentos,
¡Que al corazón confía!
Y nos citó aquel día con música…
Augurando mágica aventura
Frente al desencanto del mundo,
Y conquistamos, el Paraíso oculto,
Compartimos las manzanas,
Compartimos el manzanero,
Más no comparto a mi Caballero.
Ni él, para nada a su amada.
Y vamos profundizando,
Conociéndonos sin censura,
Abundando la ternura, confiados,
Pues no cabe impostura
En este ensueño acordado,
¡En ésta fascinante ventura!