Cuatro perros estaban echados tomando el sol cuando, uno de ellos dijo:
–Me gustaría tener un trabajo de reconocido prestigio, no sé, algo de poco esfuerzo y buen sueldo.
Y uno de sus amigos le expuso:
–Pues yo tengo a un conocido que necesita a alguien. Pero temo que me dejes en mal lugar si te recomiendo.
Y otro le confesó:
–Pues yo sé de uno que necesita a un trabajador. Pero también sé que el dueño es muy exigente y temo que a la larga tengas problemas con él y esto pueda manchar mi buena reputación si doy la cara por ti.
– Y el cuarto adujo:
–Pues, como yo debo de ser muy mala persona, no me importa lo que pueda suceder con mi fama. Por eso os recomendé a todos vosotros en el trabajo que tenéis ahora. ¿Con qué mote creéis que me llame la gente? O mejor ¿con qué alias me llamáis vosotros cuando yo no estoy presente?